producción 2015

Dado que este año se cumplieron 50 años de la muerte de Le Corbusier, parte de los Ejercicios giraron en trono a las ideas del maestro vertidas en el libro Hacia una arquitectura de 1923 y de las conferencias dictadas en Buenos Aires en octubre de 1929. Algunos de los ensayos aquí mostrados, son parte de la producción de este año y así lo evidencian. Otros se desarrollaron deconstruyendo el discurso expresivo de obras actuales en Córdoba, con el fin de intentar trascender la calidad de su formalismo, mediante una relectura de la obra dentro de la órbita de la función social de la arquitectura.

1_La ventana indiscreta. Federico Hernández
2_Cultura y espacio público: ¿para quiénes? Leandro Cristalli UdelaRU
3_Proselitismo entre líneas. Florencia Heredia
4_Formas de tejer ciudad y ciudadanía. Ana Castro Lavezzo 

E2_Federico Hernández_acerca de las conferencias de LC en Buenos Aires

UN HORIZONTE DE LUZ

“Me supongo en la proa del vapor (…). Con un trazo de pastel de color amarillo trazo la línea infinita de las luces que ya he visto. Con este mismo pastel amarillo, dibujo los cinco rascacielos de doscientos metros de altura. (…) Me imagino la gran explanada a pico sobre el río, con sus restaurantes, sus cafés, todos los lugares de reposo donde, finalmente, el hombre de Buenos Aires habrá reconquistado el derecho de ver el cielo y el mar...”. (1)

Le Corbusier llegó navegando a bordo de un vapor, cabe señalar la gran admiración que les tenía, y se encontró con una imagen nocturna de Buenos Aires desde el río de la Plata, aunque en reiteradas ocasiones él insista en llamarlo “el mar”. Lo describió como un destello horizontal de luces, con un centro destacado. Luego de desembarcar y dirigirse a donde se hospedaría, de repente se preguntó: “¿Dónde ha quedado el mar?”. En base a esto, decide incluir una posible solución urbanística para Buenos Aires dentro de su ciclo de diez conferencias que daría durante su estancia allí. Como bien dice Liernur, el arquitecto suizo hallaba en Sudamérica una esperanza de abrir estos nuevos horizontes aquí donde sus ideas no pudieran ser bastardeadas ni mezquinadas, y además, de otorgarse prestigio frente a los habitantes del territorio que visitaba (2).

Sin embargo, al momento de buscar una solución particular es difícil encontrar diferencias con los otros planes que había desarrollado para otras ciudades, y es que precisamente Le Corbusier hablaba de proyectos urbanos que bien podrían tildarse utópicos, siguiendo a Marina Waisman, “La utopía, pues, expresa el sistema. Sin lugar y sin tiempo no existe la vida, la vida no es posible.”3 Al punto que, por medio de las técnicas modernas, el H° A° y los pilotes, proponía negar la clara inclinación del bajo porteño hacia el río y convertirlo todo en una gran explanada donde se erigirían grandes rascacielos corporativos, donde según palabras textuales, se alojarían a treinta mil empleados.4 Todo esto, planteado sin detenerse a pensar en qué trabajarían estas miles de personas de los rascacielos. A raíz de esto, es sorprendente ver cómo muchas de estas cuestiones que él planteó se han llevado a cabo en la actual realidad de la ciudad de Buenos Aires, los rascacielos de más de cien metros para miles de empleados coincidentes con los edificios del complejo Catalinas Norte, los rascacielos dominando el skyline porteño cuando uno llega en barco desde Uruguay, y de noche las luces de los mismos edificios que se reflejan en el agua. Así y todo, un detalle escapó de la imaginación de Le Corbusier, la luz irradiada por los edificios corporativos, al igual que sus calles circundantes, por la noche es, llevado a la práctica, cuando menos actividad tienen.

Por otra parte, es singular el hecho de que la “imagen corporativa” a la que se remiten muchos de estos edificios sea nada menos que una derivación de la “historia de la arquitectura a través de la historia de la ventana”. Una narración que él mismo expone en su segunda conferencia en Buenos Aires, llegando a la conclusión que la gran solución que le urge a la arquitectura, la que llamará “panel de vidrio”5, la cual conceptualmente no distará mucho del “curtain wall” actual. Así mismo, para el problema del acondicionamiento térmico pensará en “fábricas de aire exacto”6, para mantener ambientes a 18 grados con la humedad justa, lo que hoy podríamos encontrar en el mercado como un aire acondicionado.

Al margen de haber catalogado a Buenos Aires como una ciudad “enferma”, y haber diagnosticado todas sus “dolencias”, Charles-Édouard Jeanneret-Gris, no hizo más que maravillarse, según cuenta en su novena conferencia, al pasear por la entonces avenida Alvear -hoy avenida del Libertador- de la mano de Antonio Vilar, expresando que todo lo que había imaginado para una ciudad estaba allí,7 claro que a diferencia de lo que él pensaba, muy lejos estaba de ser quien habita esos espacios el mismo que trabajaba en la fábrica y conducía por la autopista hasta allí y cruzaba a los bosques de Palermo a recrear su cuerpo y espíritu.
Es notable ver que las ideas de su urbanismo de estricta zonificación, que luego definirá en la Carta de Atenas, hayan impactado de tal manera en muchas de las intervenciones urbanas contemporáneas tanto a nivel mundial como regional. Supongo que Le Corbusier, de vivir en este tiempo que nos toca, hubiese quedado anonadado con la visión de Buenos Aires al llegar por el Rio de la Plata, aunque solo eso después de bajar a tierra. Por eso, creo que quizás siendo nosotros, en nuestro tiempo y en nuestra realidad, yendo a bordo del vapor sobre el mar, nos mueva a buscar otros horizontes de luz, como él mismo dijo alguna vez: “Nadie elije la época que vive, pero sí puede elegir cómo vivirla.”

1 LE CORBUSIER, Precisiones, Ediciones Apostrofe, Barcelona. Novena conferencia, p. 230/232.
2 LIERNUR, Jorge Francisco. La red Austral, Edición Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2008, p. 74.
3 WAISMAN, Marina. La arquitectura descentrada, Edición Escala, Colombia.
4 LE CORBUSIER, Precisiones, Ediciones Apostrofe, Barcelona. Novena conferencia, p 230.
5 LE CORBUSIER, Precisiones, Ediciones Apostrofe, Barcelona. Segunda conferencia, p.75.
6 LE CORBUSIER, Precisiones, Ediciones Apostrofe, Barcelona. Segunda conferencia, p 85.
7 LE CORBUSIER, Precisiones, Ediciones Apostrofe, Barcelona. Novena conferencia, p237.

1  E4_Federico Hernández_obra: sede bienestar estudiantil ciudad universitaria  

1. Teniendo en cuenta que un ensayo crítico, en su difusión, resulta un acto perlocutivo, es decir que tiene consecuencias en el receptor. Es por esto que la intención de este ensayo consiste en evidenciar los signos que llamaron la atención del crítico en su experiencia frente a la obra, que se corresponderán con los parámetros críticos sobre los que pivoteará la puesta en crisis de dicha obra, encuadrándose tanto en marcos propios de la disciplina como no, para lograr un mayor alcance, pudiendo ser comprendida no sólo por entendidos de la disciplina sino también por personas que estén en contacto directo con la obra en su cotidianeidad, o bien personas que pudieran llegar a experimentar dicho contacto. En tal caso, el fin último de la crítica será el de difundir la obra, para su apreciación desde otro punto de vista, movilizado por la experiencia del crítico pero sin convertirse en una opinión que sea directamente transferida al receptor, sino poniendo en evidencia que la obra es un producto de la cultura material de su tiempo.

2. Más allá de mi gran interés por el arte cinematográfico, es menester resaltar lo que hablé en el punto anterior sobre comenzar la crítica desde los signos en la experiencia del crítico frente a la obra, y como estas “indiscreciones” de las que “habla” la obra resultarán de disparadores para poner en crisis la obra. Siendo el ritmo y el lenguaje de las ventanas, los signos más importantes que trazarán la crítica, he decidido titular el ensayo: “La ventana indiscreta”.



3.                    LA VENTANA INDISCRETA

En una primera experiencia vivencial con la obra, se la percibe como un prisma rectangular de dos pisos de altura, el cual tiene su mayor desarrollo lingüístico-expresivo en sus caras longitudinales, las mismas se orientan hacia el norte y sur. Las proporciones del volumen con su aventanamiento y su posición sobre pilotis, recuerda al cuerpo bajo del edificio de Correos de Colón y General Paz o el del ingreso de Radio Nacional sobre General Paz y Santa Rosa. Pero aquí, en estas fachadas, hay un detalle que marca una primera impresión, el de la convivencia de dos lenguajes evidenciados por sus ventanas, uno de clara vocación corbuseriana, horizontal, como en el correo; y otro, de clara vocación vertical. El horizontal, en correspondencia con el ingreso, también incorpora una imponente rampa que nace de una gran planta libre cómo en el acceso a la radio, y que además está en directa relación con el principal ingreso y uno de los espacios  más concurridos de la vida estudiantil: el comedor universitario. El otro, el de ritmo vertical, que








  
se corresponde con los usos de carácter más privado del edificio, se podría interpretar como un intento de emular las particiones y ritmos del lenguaje propio de las fachadas académicas del imponente edificio del Pabellón Argentina, con el cual se encuentra en directa relación desde ese lado de la volumetría.
Poniendo el ojo crítico, en estos dos lenguajes opuestos que conviven, las ventanas resultarían “indiscretas”, ya que parecen ser signos de un problema de diseño más profundo de lo que aparenta, al contrastarlo con las ideas del arquitecto al que se pretende reivindicar.
¿Por qué, siendo la modulación un hecho más que explicito en el lenguaje y un punto tan importante en la obra corbuseriana, no coincide con la modulación del fenêtre a longeur? ¿Dónde quedaría, entonces, la noción de cada parte sujeta a la idea de un todo, sin lugar para contingencias, que él tanto admiraba en las máquinas de su tiempo? (1) ¿En qué punto la obra habría cruzado el umbral de la noción collage a la de pastiche, y más aún, de una arquitectura que es a una que quiere ser? (2) En palabras del propio arquitecto suizo:

Entonces, ¿renunciaremos, en virtud de unos códigos académicos, a los inmensos beneficios de la ventana en longitud, que da claridad máxima a los locales y que permite toda clase de subdivisiones independientes de piso en piso?” (3)
Resulta curioso, y para nada anecdótico, el hecho de que los arquitectos de esta obra -estudio FKB, Faraci Kustich Barrionuevo-, quienes claramente pretenden una continuidad del legado de las ideas de Le Corbusier, hayan llegado a una suerte de combinación de dos geometrías, como ya describimos opuestas, contenidas en un esquema prismático claramente de vocación horizontal y unitario sobre pilotis. La ventana, no representa un elemento trivial para Le Corbusier, de hecho en su tercera conferencia del libro Precisiones, recorre una antología de la arquitectura a través de la historia de la ventana (4). Aquí es donde expresa la necesidad de revisión en como disponer las ventanas de forma vertical, tan significativa de los inmuebles del ensanche de Haussman, en la ciudad de París contemporánea a él. También es mediante la ventana, que la obra expresa una falencia más grave en su calidad de diseño: en la fenêtre a longeur del segundo nivel en el ala de geometría horizontal, se evidencia que la modulación de la misma no coincide con el módulo estructural, convirtiéndose esta en un recurso meramente contingente de la obra, quedando muy lejos del hecho de que cada parte funcional a un todo, detalle que muy difícilmente hubiera escapado a los griegos en el Partenón, como obra máxima del razonamiento griego (5).


Ahora bien, dejando de lado lo lingüístico-expresivo y metiéndonos en lo programático de la obra: Bienestar. Aunque pareciesen dos vocablos, la RAE, lo identifica como uno solo, el cual define así: “Estado o situación de satisfacción o felicidad”. Dicho vocablo aparece más de una vez en la Declaración de los Derechos Humanos, destacándose como fin último alcanzable en el paso del ser humano por este planeta. Entre los derechos básicos, se menciona también al de estudiar, (6). Cabe destacar que esta secretaría resulta de vital importancia para el desarrollo humano de los estudiantes de la UNC, ya que es aquí donde pueden ejercer el derecho de realizarse un control médico, odontológico, y psicológico, de manera totalmente gratuita, y
a total disposición de sus demandantes. Además de tramitar las becas a las que se necesitaría acceder en caso de no poder pagar los aranceles del comedor o de otros servicios que ofrece la universidad. En tal sentido es acertada la localización de su sede ligada al comedor y en el mismo corazón del predio de la ciudad universitaria, pues siendo fundamental el rol que cumple en el estudiantado, sus funciones no son nada contingentes.
El emplazamiento en línea con el principal pabellón de la Ciudad Universitaria, el Pabellón Argentina, busca ser el frente sur que nunca tuvo dicho complejo, y enmarcado dentro de un nuevo master plan, aporta un nuevo ingreso al sector del comedor, el cual se correspondería con la nueva estación de transporte público. Ésta directa relación con uno de los edificios que concentran la mayor actividad y movimiento de la masa estudiantil por excelencia, con su actual ración diaria de almuerzos que otorga a los cerca de 1500 estudiantes que allí concurren, al ser la secretaría uno de los pilares fundamentales del bienestar estudiantil, y por ser este un punto de encuentro entre estudiantes de diferentes carreras, favorece al espacio más representativo de la construcción democrática y pluridiscursiva que una universidad pública, masiva y gratuita amerita. Tal es así que este mismo comedor, se encontró cerrado durante los años de las dictaduras militares que sobrevinieron en la historia política argentina. Ya que este, como otros ámbitos, era la cuna de las ideas de esos jóvenes que participando, activamente o no, se revelaban contra un poder hegemónico que ponía en peligro sus derechos, no solo como estudiantes sino como ciudadanos. Son estos hechos, propios de la historia de nuestro país y de nuestra realidad local, la que nos hace pensar si los nuevos espacios que incorpora la ciudad universitaria, y particularmente éste, ¿siguen propiciando esa efervescencia de la juventud de constituirse en la avant-garde, en esa juventud vanguardista preocupada por la realidad, para cambiarla, para ser diferente, para ser mejor, desde el ámbito que les compete: el académico? Habría que ver en qué punto, estos espacios de la Universidad, aún tienen ese plus de sentido (7), ese pensar más allá de quien los proyecta, que como dijimos, la reivindicaba, y la convertía en, más allá de una casa de estudios, en una cuna de ideas.
En conclusión, esta obra en cuanto a calidad de diseño, más allá de intentar un vínculo con el lenguaje de la presencia que marca su vecino Pabellón Argentina, y a la vez contrastar mediante el lenguaje corbuseriano, en este particular sentido, fallaría al momento de generar una imagen homogénea de la totalidad, que vincule a los dos lenguajes, sin convertirse en una sumatoria que podríamos tildar de pastiche, que no llega a generar una fusión, dando por resultado
una sumatoria de anécdotas que no nos hablan de una unidad de significado. Generando una arquitectura que quiere, pero que no llega a ser. Sin embargo, en una apreciación del edificio en su relación con el entorno inmediato, resulta innegable por su cercanía con el comedor universitario, como dijimos motor de la vida universitaria, y por las propias actividades de la secretaría que allí funciona, en este sentido la planta libre corbuseriana y la rampa a modo de promenade, se expresna como un gran acierto del edificio, en reinterpretar esa situación particular en la que se halla que, más allá de lo físico, perceptualmente se convierte en un nuevo espacio público de grandes posibilidades de usos, y potencial de relaciones con los espacios que le rodean. El plus, de la aprehensión y la significación de esta planta libre de ingreso, vendrá dado por los usuarios y los tiempos venideros.

 
1. LE CORBUSIER, Precisiones. Primera Conferencia, París, 1930. Ed. Poseidón, Barcelona, 1979.
2. VIDAL, Jorge; BERGALLO, J. Manuel; FRANCHELLO, Ma. del C. Acerca de la historia de la Arq. De Córdoba. Cap. V, 2015.
3. LE CORBUSIER, Precisiones, 3ra. Conferencia, pag. 73. París, 1930. Ed.  Poseidón, 1979.
4. LE CORBUSIER, opus cit.  3ra. Conferencia, pag. 70.
5. LE CORBUSIER, opus cit. Primera Conferencia.
6. DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS. Art. 26.1.
7. STULWARK, Pablo; LEWCOWICZ, Ignacio. Arquitectura Plus de Sentido. Editorial Altamira. Bs.As., 2003.
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E2_Leandro Cristalli_acerca de las conferencias de LC en Buenos Aires

La fábrica de aire exacto

“Un edificio gris, achaparrado, de sólo treinta y cuatro plantas. Encima de la entrada principal las palabras: Centro de Incubación y Condicionamiento de la Central de Londres, y, en un escudo, la divisa del Estado Mundial: Comunidad, Identidad, Estabilidad.”1

¿Será que ese “mundo feliz” que imaginó Huxley hacia 1932 divergía tanto de las “precisiones” que planteaba Le Corbusier del supuesto espíritu de la época?
“Los edificios proyectados son estrictamente utilitarios, funcionales, con el rigor de una máquina (…). Hemos compuesto con estas actitudes diversas, poniéndolas juntas en un amplio paisaje y uniéndolas por un trazado concertado, meditado, matemático, un trazado regulador portador de armonía y de unidad.”2
Me pregunto qué será de la memoria de los espacios, de la construcción colectiva de las ciudades, de las capas cargadas de interpretaciones, de las obras que “tienen la cualidad de abrirnos la entrada a universos inesperados y de hacerlo por una vía que, para hacerse productiva, debe incorporar tramas y planos densos de otros objetos y acontecimientos”.3
Sin esta memoria no hay lugar para la construcción de una ciudad inclusiva.
Es evidente que la arquitectura repercute en la forma de vida de los ocupantes de los propios espacios, pero ésta debe estar hecha a medida del ocupante, ese hombre único: parte de la naturaleza, ese hombre social: parte de un grupo, ese hombre que tiene vida propia, que dista mucho de ser una máquina que responde a actuaciones previamente determinadas.
¿Dónde quedan las miradas subjetivas de cada uno de estos usuarios?
Esa sociedad, “iluminada” por el deseo de organización, tal cual lo expresa el maestro suizo, toma forma en objetos industrializados e innovadores de la época como el barco a vapor: tres clases completamente separadas, un estado mayor y sus equipos de mecánicos, y un sistema de navegación con sus oficiales y sus marineros. Lo que pone a la industria como una entidad que estaría por encima de la Naturaleza, capaz de estructurar todo, de prever incluso la conducta de los propios actores, que por cierto, dejarían de jugar este rol activo para ocupar el papel de simples espectadores, incapaces de construir el mundo.
La cultura como mundo creado por el hombre, integra sus propias condiciones materiales de existencia y la conciencia social en la que se transparenta y refleja.
El mundo material y espiritual engendrado en la actividad social y encarnado en la cultura, se convierte en  fundamento de su quehacer teórico y práctico.
Como constante proceso, se define el eterno devenir humano, en palabras metafóricas de García Márquez: “los seres humanos no nacen para siempre, el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a sí mismos”.4
Pero sumergidos en el sistema predominante actual, que descompromete la conciencia colectiva, la conciencia generadora de cultura, y la propia realidad, dejamos en manos del mercado y del supuesto “desarrollo”, la exclusividad de construir las ciudades, los edificios, los espacios de encuentro, los espacios públicos y los privados, bajo las mismas premisas que buscan adoctrinar y generalizar la conducta de los hombres, construcciones seriadas para lugares completamente diferentes, bajo realidades diametralmente opuestas.
¿Qué construcciones nos venden? La misma casa rusa, la parisiense, la de Suez o la de Buenos Aires5: genérica, globalizada, artificial, despojada de personalidad, de cultura y de singularidad.
Si pensamos al hombre como ese ser tecnológico, industrializado y mecanizado que vive hoy en esas “máquinas para habitar”, podríamos imaginar que la humanidad viviría más saludable, con avances tecnológicos, donde la guerra y la pobreza habrían sido erradicadas, y todos serían permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas, como en la novela de Huxley, se habrían alcanzado tras eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía.
Entonces deberíamos cuestionarnos como sociedad, ¿estamos dispuestos a respirar ese “aire puro y exacto” que nos venden estas modernas “máquinas para habitar”
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1 Huxley, Aldous. “Un Mundo Feliz” (“Brave New World”). Editorial Chatto & Windus, Reino Unido, 1932.Capítulo I, página 12.
2  Jeanneret-Gris, Charles Édouard (Le Corbusier). “Precisiones”. Editorial Apóstrofe, España, 1930. Octava conferencia, página 243.
3 Liernur, Jorge Francisco. “Arquitectura en la Argentina del Siglo XX”. Editorial Fondo Nacional de las Artes, Argentina, 2001. Introducción, punto 4.
4 García Márquez, Gabriel. “El Amor en los Tiempos de Cólera”. Editorial Arte y Literatura, Cuba, 1986, página 223.
5Jeanneret-Gris, Charles Édouard (Le Corbusier). “Precisiones”. Editorial Apóstrofe, España, 1930. Segunda conferencia, página 87.

2  E4_Leandro Cristalli  UdelaRU_obra: centro cultural córdoba y archivo histórico

1. Se pretende hacer una crítica del edificio desde el parámetro programático en relación a la implantación: como espacio público promotor de cultura inserto en el área central/turística de la ciudad.
A partir del abordaje de la obra como ícono visual, desmembrando progresivamente los elementos del conjunto, se indaga el verdadero sentido y aporte de los mismos a la ciudad y a la sociedad.
El fin del ensayo será argumentar el juego de roles ambiguos que ocupan las infraestructuras públicas en una ciudad, sobre este suceso como parte de un conjunto de obras que buscarían focalizar las miradas, favorecer a un sector de la sociedad y “poner una máscara” de desarrollo a lo que ocurre verdaderamente. En realidad, sería una estrategia que acentuaría la fragmentación territorial y sociocultural, desestimulando el desarrollo equitativo y la cohesión de los tejidos urbanos.

2. Con el título: “Cultura y espacio público: ¿para quiénes?”, se pone de manifiesto el proceso contradictorio de fragmentación y abandono en el desarrollo urbano actual. Se analiza cómo en la ciudad se va construyendo un imaginario colectivo de desarrollo, haciendo énfasis desde los poderes hegemónicos, tanto privados como públicos, en lo visual/promocional, dejando de lado áreas y sectores de la población más vulnerables.


3.  Cultura y espacio público: ¿para quiénes?

“Las ciudades contemporáneas son organismos complejos cuya realidad nos enfrenta a numerosos cuestionamientos. La densidad, la simultaneidad y la discontinuidad aparecen como elementos intrínsecos a la condición urbana, que hacen de la ciudad un fenómeno multidimensional, que admite tantas lecturas e interpretaciones como observadores se detengan en su análisis.”1

Ocasos espectaculares y noches estrelladas, todo condimentado en un ambiente envolvente repleto de emociones siempre nuevas. Actividades para todas las edades. Relajante, espacioso y acogedor. Con un mundo entero a disposición del turista para conocer la cultura y entretenerse, el Crucero hace su recorrido por la Media Legua de Oro Cultural: cerca de 2.500 metros entre la históricaPlaza San Martín y el barrio de Nueva Córdoba, descansando sobre el Parque Sarmiento.
Este corredor comienza en el Teatro Real y prosigue en el Teatro del Libertador General San Martín, continúa por el Paseo del Buen Pastor, el Palacio Ferreyra, el Museo Emilio Caraffa, el museo Palacio Dionisi, el Centro Cultural Córdoba y el Museo de Ciencias Naturales. El trayecto es coronado por el polo artístico cultural Ciudad de las Artes.

La última incorporación de este conjunto, el Centro Cultural Córdoba2, se construye en el marco de las obras en conmemoración al Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, que sostenía la idea de devolverle al pueblo el poder y llevaba como estandarte la igualdad y la libertad de sus integrantes.3 En vista de la situación actual, más de doscientos años después de aquella revolución, parece necesario cuestionarse si han variado mucho las lógicas de poderes hegemónicos en la sociedad y si realmente se tiene en cuenta la igualdad y la libertad del pueblo.
A la hora de invertir en infraestructura pública no queda claro que exista una cultura política de producción de ciudadanía de forma equitativa para todos, por lo que es de importancia debatir si se han realizado obras de espacio público y promotoras de cultura en las zonas más vulnerables de la ciudad.
“Si no es así se corre el riesgo de acentuar la fragmentación territorial y sociocultural, de dar una imagen anacrónica o corporativa de las iniciativas cívicas y en este contexto, las administraciones públicas y en especial el gobierno local no pueden renunciar a un rol regulador e impulsor de la transformación y de la cohesión de los tejidos urbanos.”4
Una prueba de ciudadanía es identificar donde se focalizan las respuestas eficaces que atiendan a los sectores más vulnerables, en criterios orientadores de los programas de espacios públicos y equipamientos colectivos; y en qué medida hay una  incorporación de objetivos redistributivos y estudios de impactos sociales en los proyectos urbanos.
Para esto no hace falta más que revisar las obras y proyectos, y la gestión cultural de los espacios públicos y equipamientos colectivos, por parte de la Municipalidad y del Gobierno de la Provincia, para poner a la luz una cantidad considerable de infraestructura existente y nuevos referentes de calidad que se han sumado a la Ciudad de Córdobay que no han logrado suturar esta fragmentación.5
A diferencia de casos como Medellín, donde “la particularidad radica en el modo en que se va pespuntando una nueva geografía de mayores oportunidades, extendida hasta barrios más vulnerables con alto atractivo paisajístico y cultural”6, aquí se denota un desarrollo capcioso en detrimento de estas áreas periféricas, sin tener en cuenta que “la monumentalidad y la identidad de cada tejido urbano es una exigencia social.”7

El edificio que alberga al Centro Cultural Córdoba y Archivo Histórico de la Provincia, acompañado en su composición edilicia, del Faro del Bicentenario, se construye como referente urbanístico, en uno de los barrios más densamente habitados8, con una población homogénea de gran poder adquisitivo; también, uno de los barrios más dinámicos de la vida económica, cultural y de recreación cordobesa, además de ser el sector más cotizado de la ciudad.
La filosofía y la sociología urbana coinciden en enfatizar la ciudad como lugar donde se concentran y conviven las diferencias de origen, de aptitudes y de actividades.9 Al día de hoy, ¿es ésta la ciudad que se está construyendo?

“La concepción del programa como un elemento atractivo y sugerente para el desarrollo de la propuesta, lo convierte en un hecho proyectual en sí mismo”10, haciendo que la forma de la cubierta ondulada resuelva de manera exitosa el desnivel existente en el terreno, uniendo en un punto el acceso por la Avenida Lugones hacia el punto más elevado que reposa sobre el espacio posterior del conjunto. Entre estos puntos, pensada como un “dispositivo topográfico que promueve el encuentro y el acontecimiento social masivo”11, la plaza pública tomó vida con un uso improvisado de plataforma de deslizamiento, que posteriormente fue limitado por las autoridades, reafirmando un carácter ambiguo, que más que proponer un espacio público calificado y apropiable, genera lo que en su momento Ábalos y Herreros calificaron como espacios vectoriales: “el puro vacío que garantiza el desplazamiento entre un punto y otro.”12

Lo particular de esta situación, que debería permitir el libre acceso desde ambos puntos, se materializa en el gesto sugerente de los espacios: la placa que invita a recorrer la plaza desde la cota inferior, mostrando su mejor cara al barrio e invitándolo a acercarse; y la contracara, el parque posterior que divide con una reja todo el conjunto con el Parque Sarmiento.
¿Tendrá esto algo que ver con la diferencia de usuarios que existen de un lado y del otro de esta reja?, ¿se promueve así el encuentro y el acontecimiento social masivo?, y ¿se habrá pensado desde los proyectistas éstos usos improvisados y éste público que parece no ser bienvenido?

Más allá del aporte plástico del edificio, al no existir una articulación entre las actividades interiores con el espacio exterior, ni tampoco una relación, compositiva ni física, con los museos vecinos, ni con el Parque Sarmiento, no se logra generar un sistema de espacios urbanos conectivos, quedando separado de todo su entorno, asumiendo en el paisaje un conjunto de límites e inmensos vacíos territoriales incapaces de permitir flujos improvisados en el andar y la apropiación por parte de todos los usuarios.

Emergiendo, como un ícono del “conjunto”, aparece el faro del Bicentenario. Este elemento que busca ser un hito en la ciudad, se materializa de una forma innovadora, en una columna de hormigón de planta elíptica que asciende helicoidal rotando sobre su eje. Visible desde varios puntos del parque y desprovisto de un programa concreto, el elemento atractivo pero sin uso y con un significado forzado, se alza como un hecho casual, casi desinteresado del ya histórico referente espacio público en donde está inserto. Si entendemos que otros monumentos o columnas del parque fueron pensados como remates de grandes ejes.

1. Conjunto y entorno. Relación con los otros museos.
2. Relación con el Bv Lugones y el Parque.
3. Espacios vectoriales.  Arq. Viramonte
4. Alarde estructural e imposición en la topografía.
5 y 6. Fotos turísticas: función icónica. Arturo Villafañe.
Giancarlo Mazzanti afirma que “el valor de la arquitectura no está solamente en el objeto como tal, sino en lo que ella produce: formas de comportamiento, propiciar relaciones, y la arquitectura sirve como mecanismo para que eso se dé.”13
Una obra de estas características estéticas, sin duda aporta a la ética del urbanismo. Pero invertir en la calidad del espacio público, en su diseño y en sus materiales, debería de estar orientado también, o primeramente, a las zonas más problemáticas o deficitarias de la ciudad, entonces cabe preguntarse la razón de destinar 9 millones de pesos en un monumento de arquitectura que cumple una función visual e icónica, pero ubicado en uno de los barrios con menos déficit en la calidad del espacio público.

“Para que una transformación sea contundente y no solo sea una transformación física sino también social, se debe tener una voluntad política de crear un proyecto de ciudad claro que abarque todas las dimensiones que necesita la sociedad.”14 Y así lograr una mezcla socialmente más justa y políticamente emancipatoria de procesos de producción espacio-temporales, más que consentir los que vienen impuestos por el capital financiero, y las desigualdades generalmente asociadas a diferencias de clase interiorizadas en cualquier sistema incontrolado de acumulación de capital.

¿Y si el panorama actual de desarrollo de la Media Legua de Oro nos quiere mostrar solo una cara de esta desigualdad de oportunidades donde se favorece a un sector de la sociedad?
Atentos a esto, hacer una ciudad con espacios y recursos para la práctica de una ciudadanía inclusivamente comprometida en todo su territorio, se convierte entonces en una cuestión crucial de la voluntad política.


1 Pascual, Manuel. Curador de la exposición “Condición Urbana: desbordes” sobre fotografía cordobesa contemporánea. Espacio Cultural 220, Córdoba, 2015
2Centro Cultural Córdoba, Archivo Histórico de la Provincia y Faro del Bicentenario. Arquitectos: Iván Castañeda, Alejandro Cohen, Cristián Nanzer,InésSaal, Juan Salassa, Santiago Tissot. (2010/2014)
3Dos corrientes de pensamiento distintas influyeron en la cosmovisión filosófica que impactó en la acción política.
La primera corriente de pensamiento era de inspiración cristiana, sostenida por la doctrina del sacerdote jesuita Francisco Suárez, de la Escuela de Salamanca, que pregonó que la autoridad es dada por Dios pero no al rey sino al pueblo
La segunda corriente de pensamiento fue racionalista, laicista e iluminista que sustentó la filosofía política de Voltaire y de la Revolución Francesa.
4Borja, Jordi y Muxí, Zaida. “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Editorial Electa, Barcelona, 2003.
5Infraestructura inaugurada por los últimos períodos de Gobiernos Provinciales (Juan Schiaretti: 2007 al 2011 y José Manuel de la Sota: 2011 al 2015) y Gobiernos Municipales (Daniel Giacomino: 2007 al 2011 y Ramón Mestre: 2011 al 2015): Paseo del Bicentenario (2010), Estación Terminal del Bicentenario (2011), Faro del Bicentenario (2011), Centro Cívico del Bicentenario, nueva sede del Gobierno de la Provincia de Córdoba (2011), Parque de Las Tejas (2011), Museo Palacio Dionisi (2013), Centro Cultural y Archivo Provincial de la ciudad de Córdoba (2014)
6Mashini, Dominique. “Cómo hacer ciudad: el modelo Medellín”. Sitio web: Plataforma Urbana, Chile, 2012
7Borja, Jordi y Muxí, Zaida. “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Editorial Electa, Barcelona, 2003.
8Según datos de la Dirección de Estadísticas Socio-demográficas de Córdoba, haciendo una comparación del censo nacional de 2001 y el censo provincial de 2008, Nueva Córdoba se transformó radicalmente: la cantidad de viviendas aumentó casi el 4%: de 22.843 unidades pasó a 31.830; y la población aumentó un 23 %, para llegar a alrededor de 36.000 habitantes.
9Ya Aristóteles, en su texto “La Política”, defendía que la ciudad debe estar compuesta por diferentes clases de personas, que no existe la ciudad si la población se asemeja mucho. (Aristóteles. “La Política”. Editorial Garnier Hermanos, Francia, 1932.)
10Mangado, Francisco. Decálogo didáctico: conceptos. España. (www.fmangado.es)
11 Equipo director de arquitectos. Descripción del proyecto. Arquitextos, Publicación Oficial del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, Córdoba, 2014.
12Ábalos, Íñaki y Herreros, Juan. “Áreas de impunidad”. Capítulo Áreas de impunidad y espacios vectoriales. Editorial Actar, España, 1997.
13Mazzanti, Giancarlo. Entrevista en la XIX Bienal chilena de Arquitectura y Urbanismo, Valparaíso, 2015.
14Borja, Jordi y Muxí, Zaida. “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Editorial Electa, Barcelona, 2003.


3    E4_Florencia Heredia_obra: sede corporativa tarjeta naranja                  
Extraído de revista clik! TARJETA NARANJA diciembre de 2015:

1. Las intenciones y fines del ensayo son por un lado, poner en jaque la obra de Arquitectura para descubrir su finalidad, teniendo en cuenta la problemática actual  del paroxismo de lo icónico y de la opacidad en los discursos, como también se planteaba Marina Waisman, “la paradoja entre lo sobre-diseñado/estetizado y la pérdida de importancia socio-productiva de la arquitectura a partir del deslizamiento de las decisiones” y “los sistemas de validación del diseño, los discursos y las ideologías en esta etapa avanzada del capitalismo global”, haciendo uso para ello de saberes autónomos del campo disciplinar como de saberes heterónomos del campo de la publicidad, mercadotecnia, lingüística.

2. Proselitismo Entrelíneas. El rol propagandístico de la Arquitectura.
La RAE define al proselitismo como el conjunto de actividades que una organización o una persona lleva adelante con el objetivo de ganar adeptos para su causa, en este caso particular, al tratarse de una corporación esos “adeptos” serán los futuros clientes. La arquitectura se ha revelado un instrumento de marketing muy poderoso para establecer la imagen diferencial necesaria para poder competir eficazmente en el mercado, sin embargo denotar esta finalidad resulta un tanto frívolo ante la mirada social, por lo que la estrategia es solaparla bajo slogans seductores que cumplan con los estandartes de la moralidad.


3.   P R O S E L I T I S M O   E N T R E L Í N E A S
      El rol propagandístico de la Arquitectura.

“En lo inmenso es justo donde la arquitectura se vuelve más y menos arquitectónica; más por la inmensidad del objeto. Menos por su pérdida de autonomía –se transforma en instrumento de otras fuerzas, depende”. (1)

A

ctualmente nos enfrentamos al conflicto de la Ciudad posmoderna que se encuentra al servicio de la economía neo-liberal y la lógica de poder capitalista- especulativa, estamos inmersos en el nuevo paradigma del capital, la fuerza del mercado y una sociedad individualista y materialista, en este contexto, el rol propagandístico de la arquitectura
de los objetos ha cobrado relevancia como instrumento de marketing. Frente a esto se presenta la problemática del paroxismo de lo icónico,  la híper-significación(2)y la híper-singularidad formal , que no es más que el resultado de una mutación cultural general de mucho mayor alcance: ya no tiene lugar únicamente en la realidad de un espacio físico, sino en el universo virtual de las representaciones. Para cumplir exitosamente con las leyes imperantes del mercado la arquitectura necesariamente ha proliferado en virtud de su capacidad de persuasión estética como también del discurso epistémico-vivencial que la envuelve, los nuevos edificios deben constituirse como únicos, originales y de impacto visual, deben des-domesticar nuestra mirada, provocar una ruptura del hábito, generar una sorpresa que capte la atención del espectador. Según Philip Kloter, experto en marketing, una de las estrategias de diferenciación más fuertes es la de la imagen, las personas reaccionan positivamente ante productos que le brindan un estatus, los estudios realizados en este mismo campo arrojan que un diseño innovador es lo más difícil de copiar, mientras que una estrategia de servicio es lo más fácil, por lo que la clave para posicionar al objeto se encuentra en la singularidad.
 Por otro lado, el día de hoy, la cultura arquitectónica huye avergonzada de la posmodernidad líquida que tan alegremente exprimió hasta anteayer, y busca el consuelo purificador en un retorno a los orígenes éticos. Para reivindicarse ante los ojos del mundo, el arquitecto se sirve ahora de una relectura balbuceante del ecologismo, renombrado como “sostenibilidad” (3), ante las expresiones visibles de la nueva vanguardia ideológica del ciudadano-red y su reencontrada estética del compromiso.
“Las revoluciones empiezan mediante preguntas”(4), por ello se pretende echar luz sobre algunas cuestiones de la obra Casa Naranja, edificio corporativo de Tarjeta Naranja, preguntándonos sobre la finalidad perseguida por el objeto en sí mismo y el papel que cumple en relación a la ciudad en función de los temas acuciantes ya mencionados.
“Todos hacemos ciudad de pensamiento, obra u omisión” (5). La sede corporativa de Tarjeta naranja se sitúa en un borde del centro de la ciudad de Córdoba, en el área denominada Portal del Abasto, polo administrativo y financiero resultado de una avanzada de la ciudad hacia el río, a nivel macro, se ubica en la desembocadura de La Cañada y la costanera del río Suquía, dos elementos de carácter urbano, rodeados de edificaciones de gran escala que se constituyen como hitos. Por tanto, el scouting, con su consiguiente búsqueda de la localización, es estratégico y hace uso del valor agregado que le otorga el entorno, esto en el ámbito de la economía y la publicidad se considera como “eficaz” en el camino a cumplir con su función conativa y conseguir posicionar al edificio en la ciudad. “Lo eficaz es verdadero, lo que es verdadero es justo, en consecuencia, lo que es eficaz es justo” (6) postula el crítico de economía Le Mouël, este no es más que un modo de argumentar, que supone una discutible nueva moral basado en la competitividad.
Todo lo mencionado nos deja ver lo que la ciudad le aporta al edificio, pero en retribución, dicha “eficacia” no sería tan comprometida, ya que no se resuelve de manera atinada el vínculo entre el objeto y la ciudad, al plantearse el acceso a las cocheras subterráneas justo en la intersección entre la calle Tablada y Bv. Mitre, no sólo no contribuye positivamente al problema de congestión existente sino que lo intensifica. Lo mismo sucede con la gran explanada pública “donada a la ciudad” que precede el ingreso que, aunque si acierta en su localización en esquina, complementando los vacíos públicos existentes del entorno, costanera del Suquia y Cañada, no termina de configurarse lingüísticamente debido a los límites de formas irregulares que, aunque estéticos, no puede leerse en ellos ninguna organización ni correspondencia con lo urbano, que debiese ser siempre la guía, y queda entonces como una arbitrariedad poco fundada y despojada de contextualidad. Lo anterior lleva a pensar que se supeditan los nuevos tejidos generados a la contemplación del “nuevo hito” en lugar de a la búsqueda de tramas y organizaciones de mayor complejidad que contribuyan a la ciudad, sin embargo la complejidad morfológica del edificio parece estar respondiendo a las líneas ortogonales de las calles a nivel peatonal y a la del río o boulevard con el quiebre de los pisos superiores.






El edificio, de inversión privada y proyectado por el reconocido estudio AFT Arquitectos, que ya cuenta con obras icónicas en su haber y representan por tal una garantía, aparece frente a la vera del río con una gran personalidad y fuerza expresiva, dotado de una híper-singularidad, para ello se vale de recursos como la riqueza formal, con quiebres, rupturas, y desplazamientos, que no responden a ninguna necesidad pragmática y funcional específica, sino mas bien a la contingencia de hacerlo atractivo a la vista aprovechando los dictados del boulevard y la calle en algunos puntos; por otro lado el color naranja vibrante de la fachada, en contraste con el gris predominante en este sector del centro de la ciudad, ayuda a la consolidación de la identidad corporativa. El branding (7) término utilizado en mercadotecnia, nos advierte que el color cumple un papel clave, junto con el símbolo y el logotipo, en la creación de la personalidad físicade la empresa.
  Teniendo en cuenta lo enunciado, no resulta curioso que presente una forma poco convencional para una sede corporativa, distanciada de la tipología del rascacielos, lo importante es destacarse, optando por un dinamismo compositivo, por lo que en una manzana irregular , la volumetría responde a un prisma trapezoidal también irregular, con ángulos no siempre rectos y rotaciones en las fachadas que generan terrazas de formas inesperadas y dejan ver la lógica de “edificio envuelto” a modo de packaging de producto, aunque sí hace uso de la estructura independiente de hormigón armado, cerrado con carpinterías de aluminio y DVH.
       En cuanto al lenguaje, lejos está de ser un fiel reflejo del estilo internacional con su tradicional curtainwall, se caracteriza por una doble piel, para controlar el asoleamiento y el microclima interior, conformada por 1900 parasoles  o “lamas” metálicas verticales, importadas desde China, en colores naranja, amarillo, rojo y gris. La fachada sur, a diferencia de las demás, es cerrada hacia el exterior con terminación de placas de aluminio compuesto (alucobond) en color gris. Se puso énfasis en la racionalización y reducción del consumo de agua, reciclando el agua de uso corriente, que se almacena, filtra y se vuelve a utilizar en las descargas de inodoro. Asimismo, se recolecta el agua de lluvia y se reutiliza en todo el sistema de riego, lo que le valió ser el primer edificio en Córdoba con la certificación LEED(8) (liderazgo en energía y diseño ambiental). Esto refleja una preocupación por la búsqueda de la eficiencia energética y la reducción de costos de aclimatación, aunque también evidencia un doble discurso, ya que para ello se utilizan materiales costosos en sí mismos, que no son producidos en el ámbito local. Quizá, como ya hemos visto, esta idea eco-friendly sólo sea otra de las estrategias de marketing empresarial, apostando a la superioridad moral que la “moda bien vista” de la sustentabilidad otorga, aunque esta acción, de trasfondo, solape el inexorable deseo de destacar apelando a la innovación.
     Su intención de distinguirse se encuentra también en el equipamiento de los espacios públicos y semipúblicos. En la plaza principal, donde se realizan exposiciones de arte, encontramos la escultura “el abrazo” hecha por un artista local de renombre, de una escala que significó un desafío tecnológico y sobre la cual David Ruda, presidente de Tarjeta Naranja, afirmó que es un “abrazo con el que está sentado al lado”. Otra, de uso privado para los colaboradores, posee bancos que, vistos desde arriba forman la palabra “ Naranja”, legible desde los aviones y Google Maps, pero que desde nivel observador no aporta mayores sobresaltos, dejando al descubierto que lo que se busca, en realidad, no es “priorizar lo humano”(9) sino poner la marca en la agenda mediática.
Llegado este punto es debido pensar para qué fue creada la obra, algo tan simple como eso nos remite a la inevitable respuesta de que básicamente parte de una necesidad que no existe como tal, se inventan razones, argumentos y causas en pos de generar una determinada imagen de marca, algo que es comprensible en una sociedad donde prima más el “parecer” que el “ser”.
      La incorporación del arte en los espacios públicos como elemento integrador, la apuesta por la sustentabilidad, la innovación, la calidad de diseño, etc., podría decirse que son iniciativas que denotan buenas intenciones pero, luego de lo expuesto, podemos arribar a que respondería a una lectura sagaz, inteligente e interesada de lo que “debía hacerse” por parte de los proyectistas, que pretenden capitalizar las virtudes morales consecuentes de la idea del bien común, aunque en el fondo el fin primero sería satisfacer la demanda de publicitar el servicio que ofrece la corporación.
    Es sabido que todas las grandes marcas se sirven de logotipos que las representan icónicamente; desde McDonald’s a Facebook, el hecho de contar con un ícono hace de sus productos inmediatamente reconocibles, la iconicidad es una condición fundamental para obtener una mínima visibilidad pero, ¿ puede la arquitectura recuperar su compromiso primordial con la presencia en correlación con la apariencia?, ¿ es posible hablar de bondad en una obra que, aunque cumple en parte con el rol social y la calidad de diseño, estaría cargada de hipocresía discursiva y surgiría en primera instancia de los intereses particulares del poder?. La clave quizá sea lograr la optimización armoniosa y equilibrada entre concepto y contenido, entre presencia y apariencia, lograr que las buenas intenciones lleguen a traducirse en acciones concretas lo más verdaderas posibles.  “Signo es todo lo que un objeto presupone”, desde esta perspectiva pragmática, el “signo” es vehículo de valor, y ello implica un importante desafío ético para el proyectista, que ha de construir la semiótica del territorio y la memoria de los pueblos, entender la importancia de esto es lo que hará trascender la obra de arquitectura como mera herramienta banal de marketing. Con respecto a esta obra en particular debemos rescatar la búsqueda, el despegue de lo tradicional, los riesgos asumidos y su valioso aporte a lo que está por venir, pero aún queda por hacer, quizá este sea el principio de un camino a recorrer.
____________________________________________
1. Koolhaas, Rem .S, M, X, XL. Editorial MonacelliPress. Octubre de 1995.
2. Blog Arquitectura Entrelíneas. Arquitectura Icónica, ¿para qué sirve un ícono? Abril de 2013.
3. Características del desarrollo que aseguran las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones.
4. Frase del filósofo Nietzsche, Friedrich citada por Abbate, Florencia. Deleuze para principiantes. Editorial Era Naciente SRL. 2001.
5. Frase que se postula en la Declaración de los Derechos Urbanos, proyecto pedagógico abierto para reflexionar sobre nuestras ciudades, desarrollando el espíritu crítico, aprendiendo a priorizar y gestionar lo colectivo y valorando lo que tenemos.
6. Cita de Le Mouël por Ríos- Fernández, Manuel y Sánchez, José. Eficacia Organizacional; Concepto, Desarrollo y Evaluación. Editorial Días de Santos SA. 1997.
7. Término utilizado en mercadotecnia, proceso de hacer y construir una marca mediante la administración estratégica del conjunto total de activos (símbolo y logotipo) influyendo en el valor de la marca.
8. Sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council). Fue inicialmente implantado en el año 1998, utilizándose en varios países desde entonces. Se compone de un conjunto de normas sobre la utilización de estrategias encaminadas a la sostenibilidad en edificios de todo tipo.
9. David Rueda, presidente de Tarjeta Naranja, postula “priorizar lo humano” como una de las políticas de la empresa.


4   E4_Ana Castro Lavezzo_obra: parque educativo municipal barrio congreso        

1.  La intención de este ensayo es realizar una crítica a la reciente obra arquitectónica impulsada por la Municipalidad de Córdoba: El Parque Educativo de Zona Sur en barrio Congreso.
Puesto que este tipo de proyecto, el de los Parques Educativos fue impulsado en América Latina desde Medellín (Colombia), y luego se extendió a toda la provincia/región de Antioquia, donde tuvo gran éxito.  La postura o actitud desde el cual se propusieron estos parques en Antioquia, es la de la Política Pública de Participación Ciudadana, impulsado por el arquitecto colombiano Gustavo Restrepo. Desde este fundamento, la idea de tener 5 Parques Educativos en la ciudad de Córdoba suena acertado; sin embargo, la realización de la obra, inaugurada el 19 de octubre de 2015, distaría de haber alcanzado los objetivos propuestos. Por eso la intención del ensayo es la de explicar o entender por qué no se lograron dichos objetivos.


2.  El ensayo se titula “Formas de tejer ciudad y ciudadanía, Parque Educativo Zona Sur en América Latina”. Lleva este nombre ya que se pretende criticar a los parques desde una óptica arquitectónica urbana y un eje sostenible; porque estos parques, que buscan de una revalorización del espacio público, deberían ser un espacio de encuentro democrático, como fruto de políticas de participación ciudadana.


3.  FORMAS DE TEJER CIUDAD Y CIUDADANÍA
     Parque Educativo Zona Sur en América Latina.




























La ciudad de Córdoba se suma a la ‘tendencia’ latinoamericana de los últimos años: Los Parques Educativos (P.E.) como Política Pública de Participación Ciudadana. El primero de los 5 parques planteados por la actual gestión se encuentra en la zona Sur de la ciudad, en barrio Congreso. La obra tiene el propósito de buscar la integración social en esta área periférica de la ciudad, donde se detectaron áreas ‘conflictivas’. Esta propuesta de reconstrucción del tejido social de este barrio es similar, en concepto, a los casos de Medellín, en Colombia, y San Pablo, en Brasil. Al estar en contacto con estas propuestas que se diseñaron y desarrollaron en distintas escalas, la realización del concepto de Parques Educativos en Córdoba plantea ciertos interrogantes: ¿Qué constituye un Parque Educativo? ¿Y cómo se construye?; ¿Cómo se implanta en la ciudad? ¿Cuál es su relación con el entorno?; ¿Se ha construido un nuevo hito? ¿Qué hace a un hito?; ¿Qué nos comunica su lenguaje?
En Córdoba, se buscó materializar una lectura social, resultado de un diagnóstico de la zona que duró 6 meses. A escala de administración pública, “la dimensión instituyente del líder, en el sentido de su capacidad de crear realidad y no solo de leerla, resulta crucial”, y como hemos decidido asumir al arquitecto como un actor político, estamos comprometidos en la creación de dicha realidad. Por lo que la reconstrucción de tejido social también implica una reconstrucción del tejido urbano.
Sin embargo, el Parque Educativo, ubicado en la ex zona industrial entre Av. Circunvalación y Armada Argentina, se encuentra desconectado de los demás equipamientos de la zona: el C.P.C. de Va. Libertador, el Hospital Municipal Príncipe de Asturias y, como privado, la fábrica de Renault Argentina S.A. Tampoco se conecta, fluidamente con el Colegio Municipal República de Italia, junto con el dispensario municipal, ni con el I.P.E.M., con quienes comparte medianeras de alambre. No se encuentra urbanamente atado ni a ellos ni a los próximos P.E., siendo estos, hechos aislados a nivel de acceso, paisajístico y hasta de señalización. El pobre tratamiento de los bordes dista de la imagen de P.E. de la que venimos acostumbrados en casos como el de Medellín. Porque el caso de Córdoba presenta ausencia de veredas y tratamiento del espacio público, salvo dentro del predio del parque. Mientras que la ciudad colombiana agregó a su lectura social un fuerte tratamiento del espacio público; comenzando por el incremento de frecuencias y formas de transporte público y mejorando la calidad de los bordes del equipamiento, ‘contagiando’ a su área de influencia.
Su condición insular dentro del tejido de la ciudad dificulta que podamos llamar a esta obra un hito, ni del sector, ni urbano. Si bien, como dijo la Secretaria de Educación del municipio Brenda Austin, “no es la obra, es un modo de asumir la ciudadanía de manera diferente”, el no concebir a la ciudad como un ‘todo’, como un






equilibrio físico, social y ambiental, resulta en objetos arquitectónicos aislados que no hacen un aporte al espacio público de la ciudad. “La ciudad entendida como sistema, de redes o de conjunto de elementos – (...) espacios de uso colectivos debido a la apropiación progresiva de la gente que permiten el paseo y el encuentro, que ordenan cada zona de la ciudad y le dan sentido, que son el ámbito físico de la expresión colectiva y de la diversidad social y cultural.”(2) De acuerdo a la reflexión del urbanista Jordi Borja, el espacio público que busca convertirse en un espacio de encuentro de la ciudadanía, donde la, deberá proponer entonces no sólo la apropiación del espacio, sino también un espacio multifuncional, polivalente y de intercambio.
En el caso del Parque Educativo en Córdoba, los espacios de encuentro resultan poco acertados, debido a la poca articulación entre los elementos que conforman el parque, pues no logran estructurar adecuadamente a todo el conjunto. Se trata de dos grandes aulas, un S.U.M. con una expansión, la administración y una batería sanitaria, donde el partido para esta construcción de ciudad no implica la construcción de ciudadanía. Porque si bien, éste parque, junto con los futuros, dicen haber sido “pensados desde su arquitectura para que los vecinos encuentren múltiples puertas que los conduzcan hacia mejores oportunidades de desarrollo personal y social, y que ofrece a la educación como desafío transversal” (3); y siendo estos objetivos similares a los utilizados en otros países de América Latina, a pesar de ello, su lenguaje y organización general, no constituyen condiciones para lograrlos.


Dicho problema se genera porque la organización del parque gira en torno a estos pabellones que albergan las distintas actividades, presentando tres formas de expresión distintas y desconectadas entre sí. Su diseño, estuvo a cargo del Área de Arquitectura de la Municipalidad; este grupo multidisciplinario condensó la información recolectada en la fase de diagnóstico, y para este edificio propuso: por un lado, el SUM como un prima rectangular inclinado, construido por vía seca con una estructura de vigas reticuladas y terminación en chapa trapezoidal; por otro, el hall de ingreso que es parte de un volumen delgado que conecta al SUM con los dos volúmenes que lo atraviesan en su recorrido. Este delgado volumen del hall de ingreso y circulación, está construido con vidrio y parasoles de hormigón de piso a techo, con distintos ángulos de inclinación para responder a las solicitaciones del noroeste, que producen una conexión visual borrosa con la plaza-expansión. Por su parte, los dos volúmenes de las aulas, se expresan con el hormigón estructural y un cerramiento que contiene un filtro de ladrillos comunes cribados. Todos estos elementos responden, a nivel técnico, al mantenimiento que requiere un espacio público, pero al mismo tiempo y a primera vista parecen no hablar un mismo idioma, pues aunque existe un criterio técnico-expresivo, pierde coherencia en la concepción de la fachada. La falta de unidad en el lenguaje, si bien tal vez quiso diferenciar las actividades, lo anodino de su planteo mengua su atractivo; y no sólo eso, si no que carece de un foco de atención, carece del atractivo que impulse a las nuevas oportunidades de desarrollo que se quieren brindar.

Retomando los dos casos latinoamericanos mencionados, tanto Medellín como San Pablo dejaron esta tarea librada a un concurso abierto. Esta acción puntual dio pie a que estos sectores periféricos de las ciudades, como es el caso de barrio Congreso, se vean beneficiados con arquitectura tan estética como ética. El recurso del concurso arquitectónico es un reflejo de democracia, ya que permite tanto al arquitecto reconocido como a los arquitectos emergentes participar en el ‘hacer ciudad’; y al mismo tiempo, el programa de estos parques estuvo pautado por las problemáticas leídas en el sector y las necesidades de la ciudadanía, habiendo un programa estratégico de uso. Este es el caso de la Biblioteca Parque España, en el barrio de Santo Domingo en Medellín, diseñado por el arquitecto Giancarlo Mazzanti. Aquí, cada ‘torre-roca’ alberga un espacio de encuentro y formación con identidad particular, formando un ‘todo’ en una política de transparencia.

La iniciativa del proyecto de Parques Educativos para la ciudad de Córdoba es una excelente propuesta, que denota una lectura de la realidad, la cual desea ser modificada tanto por el gobierno como por la comunidad. Sin embargo, se detectó lo que parece ser una brecha de comunicación entre el diagnóstico de los problemas y la resolución material de esta gran idea. Los bordes descontrolados y los límites desdibujados y marcados socialmente que terminan de conformar el Parque Educativo de barrio Congreso resultan en reflejo de la poca planificación a escala urbana del proyecto. Así mismo, la forma  en la cual decide el municipio crear esta ‘nueva realidad’ se convirtió en un espacio de paso, y no de paseo, y mucho menos de encuentro y permanencia.
Hacer de este parque y de los futuros parques que se construirán un proyecto a gran escala, ya que, como dijo el arquitecto Gustavo Restrepo, “Pensar un proyecto a gran escala es la forma de trascender” (4). A escala urbana, considero será la forma de tejer estos equipamientos con la ciudad en su totalidad, y de esa manera tejer ciudadanía de forma participativa y activa. Conectar equipamientos urbanos para conectarnos.
____________________________
(1)  Publicación del Gobierno de Antioquia. “Antioquia, la más educada”. Medellín, 2015. Pág. 9.
(2) Jordi Borja y Zaida Muxí. “El espacio público, ciudad y ciudadanía”. Editorial Electra, Barcelona, 2000. Pág. 8.
(3) Secretaría de Educación de la Municipalidad de Córdoba. “Programa Parques Educativos”. Córdoba, 2015. Pág. 8.
(4) Gustavo Restrepo. Disertación en “Taller de Planificación Urbana” desarrollado en Estación Juárez Celman”. 20/10/2015.

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